La reciente decisión de OpenAI de despedir a su CEO y cofundador, Sam Altman, ha generado una ola de incertidumbre y descontento entre sus empleados. La amenaza de una huelga masiva por parte del personal, en respuesta a esta acción, pone en riesgo la estabilidad y el futuro de la compañía. La situación se complica aún más con la intervención de grandes nombres de la tecnología, ofreciendo oportunidades a los empleados descontentos de OpenAI.
En un giro inesperado, líderes de la industria tecnológica como Kevin Scott de Microsoft y Marc Benioff de Salesforce han expresado su disposición a absorber a los empleados de OpenAI que consideren abandonar la empresa. Esta situación se ve agravada por el interés de Meta y Nvidia, quienes también han mostrado su intención de reclutar talento de OpenAI. Este fenómeno subraya el valor y la competencia por el talento especializado en inteligencia artificial en el mercado actual.
OpenAI, conocida por su innovador producto ChatGPT lanzado en noviembre de 2022, ha experimentado un crecimiento exponencial, alcanzando una valoración de 86,000 millones de dólares. Sin embargo, la destitución de Altman el 17 de noviembre ha desencadenado una crisis interna sin precedentes, con una gran parte del personal, incluido el cofundador Ilya Sutskever, amenazando con renunciar si no se revierte la decisión.
La situación actual en OpenAI presenta varios escenarios posibles. Uno de ellos podría ser una adquisición hostil por parte de una empresa más grande, como Microsoft, que absorbería efectivamente a OpenAI. Por otro lado, el consejo de administración de OpenAI y su nuevo CEO, Emmett Shear, están en conversaciones intensas para resolver la crisis. La posibilidad de que Sam Altman se una a Microsoft en un nuevo rol podría añadir más complejidad a la situación.