Haru Invest, una plataforma de finanzas centralizadas (CeFi) con sede en Corea del Sur, ha encontrado un camino rocoso. Anunciando su quiebra y dejando a los inversores en un limbo de incertidumbre. La plataforma, que en su apogeo manejó transacciones por valor de USD 2,270 millones y albergó a más de 80,000 miembros, ha suspendido todas las operaciones de depósito y retiro. Citando actividades fraudulentas vinculadas a B&S Holdings, un operador de consignaciones, descubiertas en junio.
En un intento de ofrecer alguna forma de resolución a los inversores afectados, Hugo Lee, el CEO de Haru Invest, ha esbozado un plan de «recuperación y distribución escalonada de activos». Sin embargo, la falta de un cronograma definido para la implementación de este plan ha exacerbado la ansiedad entre los inversores. Lee ha enfatizado que, debido a los procedimientos legales en curso y la cooperación con las entidades de investigación, la distribución autónoma de activos es inviable. Dejando a los inversores sin una línea de tiempo clara para la recuperación de activos.
A pesar de la falta de claridad en cuanto al tiempo, Lee ha asegurado a los inversores que la distribución de los activos recuperados se realizará de manera equitativa. Sin dar preferencia a los acreedores locales sobre los internacionales. Este compromiso es particularmente relevante dado que el 60% de los usuarios de la plataforma se encuentran fuera de Corea del Sur.
La quiebra de Haru Invest no ha ocurrido en un vacío y ha tenido repercusiones en otras entidades dentro del espacio criptográfico. Como Delio, otro prestamista de criptomonedas que se vio obligado a suspender los depósitos y retiros en junio, tras la debacle de Haru. Este incidente ha resaltado los riesgos inherentes y las vulnerabilidades presentes en el sector de las criptomonedas. Especialmente en el ámbito de las plataformas de préstamo.
Haru Invest, que anteriormente había recaudado USD 4 millones y estaba valorada en USD 284 millones, se había posicionado como una entidad que ofrecía rendimientos anuales del 12% en la mayoría de sus productos de rendimiento. Sin embargo, la actualización del 25 de septiembre reveló que la empresa ha reducido su personal a un «número mínimo de personal operativo». Y ha desactivado el acceso a su sitio web, marcando un giro drástico desde sus días de operaciones prósperas.
La situación de Haru Invest sirve como un recordatorio cautelar sobre los riesgos asociados con las inversiones en criptomonedas y las plataformas de préstamo. A medida que los inversores y los participantes del mercado esperan con la respiración contenida, la resolución de la situación de Haru Invest podría ofrecer valiosas lecciones y posiblemente influir en la regulación y las prácticas operativas en el espacio criptográfico en el futuro.