España acoge un ambicioso proyecto de tokenización de energías renovables, impulsado por Lantania y Crowmie. Este proyecto ha generado el interés de 44 inversionistas de 8 países distintos, quienes han decidido apoyarlo. Este es el primer proyecto de energía renovable tokenizado de España.
El Grupo de infraestructuras, agua y energía y la startup valenciana se han asociado para financiar a través de tokens la construcción y mantenimiento de una planta de autoconsumo fotovoltaico en la factoría de Traviesas y Prefabricados de Aragón (Typsa) en Zaragoza.
Lantania y Crowmie han unido sus esfuerzos para llevar a cabo un proyecto de energía renovable tokenizado en España. La planta fotovoltaica de autoconsumo se construirá y mantendrá en la factoría Typsa de Zaragoza y estará financiada mediante tokens emitidos por Crowmie. En solo dos semanas, la start-up valenciana logró la financiación necesaria con la ayuda de 44 inversionistas de 8 países distintos, cada uno con un ticket mínimo de 100 euros.
Lantania, un grupo de infraestructuras, agua y energía, se encargará de la construcción y mantenimiento de la planta. Con una capacidad instalada de 117.8 kWp y la capacidad de evitar la emisión de 1,365 toneladas de CO2, el proyecto busca fortalecer el compromiso de Lantania con la sostenibilidad y su presencia en el mercado de energías renovables.
Crowmie es una fintech fundada en 2022 que tiene como objetivo democratizar el acceso a inversiones ecológicas y seguras. Con su plataforma web, cualquier persona puede invertir en proyectos de energía limpia con tan solo 100 euros. Los inversores pueden monitorear sus inversiones, ver transacciones y portafolios, y reinvertir en futuros proyectos. Todas las operaciones están supervisadas por una empresa de servicios de inversión.
Para el cofundador y CEO de Crowmie, Fernando Dávila, “este es un momento perfecto para financiar este tipo de activo gracias a las altas rentabilidades que ofrece y su impacto positivo en la sociedad. En Crowmie conseguimos ayudar a las empresas a hacer frente a la transición energética. Nos encargamos de todo, las empresas no necesitan hacer ningún trámite ni enfrentarse a ningún gasto extra y conseguimos generar un ahorro energético y financiero”. Dávila señala que en el caso de Typsa, “se logra un ahorro energético de más del 40% y un ahorro financiero del 20% durante cinco años, que es lo que dura la operación. Pasado ese tiempo, la instalación pasa a manos de Typsa”.