El Banco de Noruega ha mostrado respaldo a la normativa de la Unión Europea conocida como MiCA (Regulación de Mercados de Criptoactivos) y analiza la creación de una moneda digital de banco central (CBDC). Como miembro del Espacio Económico Europeo (EEE), Noruega busca alinearse con el marco regulatorio de la UE para abordar de manera efectiva el crecimiento del mercado de criptoactivos y garantizar la estabilidad financiera. Según Kjetil Watne, director del proyecto CBDC del Banco de Noruega, el país se beneficiaría de un marco normativo como MiCA, pero sigue analizando la necesidad de medidas adicionales para afrontar posibles riesgos financieros.
Watne destacó que el Banco de Noruega aún no ha tomado una decisión definitiva sobre el lanzamiento de una CBDC, pero está examinando cómo podría esta herramienta integrarse en el sistema financiero sin reemplazar al efectivo, y cómo contribuiría en la mitigación de brechas regulatorias, especialmente en finanzas descentralizadas (DeFi).
En la evaluación de una CBDC, el Banco de Noruega considera el valor que podría aportar para pagos transfronterizos, algo que también es relevante para el EEE y la UE. Watne señaló que una CBDC podría ser útil para optimizar las transferencias internacionales, aunque el modelo exacto de implementación aún está en estudio. En 2023, Noruega participó en el «Proyecto Icebreaker», una prueba piloto que examinó cómo las CBDCs podrían funcionar para pagos minoristas entre distintos países. Este proyecto buscó una arquitectura que permita la interoperabilidad de las CBDCs, lo cual es clave para mejorar la eficiencia en los pagos internacionales.
Watne también abordó la postura del Banco de Noruega sobre la privacidad en las transacciones digitales, un aspecto clave en el diseño de una CBDC. El banco asegura que cualquier implementación respetará los principios de privacidad, reconociendo que los pagos digitales generan registros. Watne afirmó que, como en otros bancos centrales, el Banco de Noruega no planea acceder a los detalles individuales de transacciones o saldos, en línea con las normas de privacidad y las regulaciones contra el lavado de dinero.
De acuerdo con los análisis preliminares, Noruega prevé que su CBDC complementaría al efectivo y a otras formas de dinero digital, sin reemplazarlas. Este planteamiento indica un enfoque de coexistencia, respetando la autonomía de los ciudadanos en sus decisiones de pago.
A medida que la regulación MiCA entre en vigor el 30 de diciembre de 2023, varios expertos alertan sobre posibles “riesgos sistémicos” que la normativa podría introducir, especialmente para el sector bancario. Paolo Ardoino, CEO de Tether, advirtió que MiCA exige que los emisores de stablecoins mantengan al menos el 60% de sus reservas en bancos europeos. Esto podría crear riesgos significativos, ya que los bancos, bajo ciertos marcos regulatorios, pueden prestar hasta el 90% de sus reservas, lo que expondría a las stablecoins a vulnerabilidades si un banco que retiene sus reservas enfrentara dificultades financieras.