Un grupo de defensa del consumidor europeo, encabezado por la Organización Europea de Consumidores (BEUC), ha solicitado a la Unión Europea (UE) que tome medidas más estrictas contra el uso de monedas digitales en videojuegos. La BEUC y 22 organizaciones miembros de 17 países han presentado una queja formal ante la Comisión Europea y la Red Europea de Autoridades de Protección al Consumidor (CPC-Network), alegando que estas monedas son utilizadas para manipular el gasto de los consumidores, en especial en juegos populares entre niños.
Según un informe publicado por las organizaciones el 12 de septiembre, las compras dentro del juego, realizadas mediante monedas digitales, han experimentado un aumento significativo, particularmente en juegos de descarga gratuita. Estas prácticas, según argumentan, han generado ingresos masivos para las compañías de videojuegos, como Activision Blizzard, Electronic Arts, Epic Games y Ubisoft. Fortnite, de Epic Games, destaca como uno de los ejemplos más prominentes, reportando ingresos de hasta 2 millones de dólares diarios por compras dentro del juego.
El uso de monedas dentro del juego ha generado preocupaciones debido a su doble función como contenido digital y medio de pago. BEUC denuncia que esta dualidad genera confusión y ambigüedad legal en la UE, dificultando la aplicación efectiva de las leyes de protección al consumidor. Los grupos de defensa han señalado que, al mostrar los precios solo en la moneda virtual del juego sin una conversión clara al dinero real, los jugadores podrían estar siendo engañados sobre el costo real de sus compras.
El informe enfatiza que estas monedas dentro de los videojuegos distorsionan el comportamiento económico de los consumidores, haciendo que los precios reales sean menos perceptibles. Este fenómeno, conocido como la disminución del «dolor al pagar», facilita un mayor gasto impulsivo. BEUC sostiene que las leyes de protección al consumidor deben aplicarse a las compras realizadas con estas monedas digitales, contradiciendo las afirmaciones de la industria, que a menudo considera estas transacciones como parte del contenido digital del juego.
Las organizaciones de consumidores están pidiendo a las autoridades de la UE que implementen regulaciones más claras para proteger a los jugadores, en particular a los menores de edad, de las prácticas comerciales engañosas. Además, exigen que las compañías de videojuegos muestren de manera transparente el costo real de los productos en dinero fiduciario y que se regule el uso de estas monedas virtuales para evitar abusos. La falta de claridad, especialmente en juegos dirigidos a un público joven, puede llevar a un gasto excesivo sin que los jugadores o sus tutores sean plenamente conscientes de ello.
Aunque el informe no menciona directamente a las criptomonedas, muchas características presentes en los videojuegos actuales se asemejan a las economías virtuales impulsadas por blockchain, como las que se ven en los juegos Web3. Estos títulos, que utilizan tokens digitales para las compras dentro del juego, también han generado preocupación debido a las similitudes con las prácticas señaladas por BEUC. Un ejemplo reciente es el anuncio de CCP Games sobre su próximo juego multijugador en línea, Eve Frontier, donde los jugadores podrán crear sus propias economías autosuficientes utilizando criptomonedas.
En conclusión, BEUC y las organizaciones que la respaldan están presionando a las autoridades de la UE para que aborden de manera más rigurosa las tácticas de monetización en los videojuegos, asegurando que los derechos de los consumidores estén adecuadamente protegidos y que las empresas no puedan explotar las debilidades regulatorias.