En un giro irónico del destino, el grupo de hackers conocido como Pink Drainer ha caído víctima de una estafa de envenenamiento de direcciones, perdiendo 10 Ether (ETH) en el proceso. La plataforma de cumplimiento cripto MistTrack informó sobre el incidente el 7 de julio, revelando que los hackers perdieron alrededor de 30,000 dólares en un ataque que ocurrió a finales de junio.
Una estafa de envenenamiento de direcciones ocurre cuando un atacante envía pequeñas cantidades de criptomonedas desde una billetera con una dirección casi idéntica a la de una billetera regular del objetivo. El propósito es engañar al objetivo para que, al copiar y pegar la dirección, envíe fondos accidentalmente a la billetera del atacante.
MistTrack explicó que los estafadores suelen utilizar bots para detectar nuevas transacciones y manipular direcciones para que los primeros y últimos caracteres se parezcan a la dirección legítima. En este caso, los atacantes enviaron fondos desde una billetera con un identificador casi idéntico al de la billetera de Pink Drainer, logrando que el grupo de hackers cayera en la trampa y enviara un total de 10 ETH a la dirección falsa.
Este incidente se produce apenas un mes después de que Pink Drainer anunciara, el 17 de mayo, su retiro tras alcanzar su objetivo de robar más de 85 millones de dólares en criptoactivos. Según datos de Dune Analytics, el grupo había robado 85.3 millones de dólares en cripto desde julio de 2023. A pesar de la aparente retirada de Pink Drainer, la amenaza persiste, ya que otros servicios de kits de drenaje, como Angel Drainer, Pussy Drainer y Venom Drainer, continúan operando y ayudando a actores malintencionados a robar criptoactivos.
La comunidad de criptomonedas ha reaccionado con una mezcla de sorpresa y alivio ante la noticia de que uno de los grupos de hackers más notorios ha sido engañado. Este incidente subraya la importancia de la vigilancia constante y las medidas de seguridad robustas en el manejo de criptomonedas.
El caso de Pink Drainer sirve como un recordatorio de que incluso los hackers más experimentados pueden caer víctimas de las mismas tácticas que utilizan para robar a otros. La sofisticación y la ingeniosidad de las estafas de envenenamiento de direcciones resaltan la necesidad de una mayor educación y precaución entre los usuarios de criptomonedas para evitar caer en trampas similares. Mientras tanto, la comunidad cripto continúa buscando formas de fortalecer la seguridad y proteger los activos digitales de los ataques malintencionados.
El grupo de hackers conocido como Pink Drainer ha perdido 10 Ether en una estafa de envenenamiento de direcciones, según informó MistTrack. Los hackers cayeron en una trampa en la que enviaron fondos a una dirección de billetera falsa con un identificador casi idéntico al suyo, resultando en una pérdida de alrededor de 30,000 dólares. Este incidente destaca la vulnerabilidad de incluso los actores malintencionados a las tácticas de estafa dentro del ecosistema cripto.