En un contexto marcado por la tensión política tras las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado sus medidas de control al bloquear el acceso a la popular plataforma de criptomonedas Binance y a la red social X (anteriormente conocida como Twitter). Esta decisión se produce en un momento en el que el país atraviesa disturbios y protestas relacionadas con los disputados resultados electorales.
El 9 de agosto, la organización local VE sin Filtro, que monitorea la censura en internet, informó que había detectado un bloqueo DNS en el sitio web de Binance, impidiendo el acceso a su plataforma tanto en la versión web como en la aplicación móvil. Este bloqueo se suma a la restricción de acceso a X y otros servicios en línea, lo que ha generado preocupaciones entre los usuarios y en la comunidad internacional.
Binance, a través de su cuenta dedicada a América Latina en X, confirmó las restricciones, asegurando a sus usuarios que los fondos están seguros y que la compañía está monitoreando la situación para tomar las medidas necesarias. El servicio P2P de Binance, donde los usuarios pueden comprar criptomonedas directamente con bolívares, es especialmente popular en Venezuela, debido a la constante devaluación de la moneda local y la búsqueda de alternativas para proteger los ahorros.
El bloqueo de Binance y X se produjo un día después de que Maduro ordenara al regulador de telecomunicaciones Conatel prohibir el acceso a X por un período de diez días. Según Reuters, esta medida es parte de una serie de acciones que buscan controlar la narrativa y limitar el flujo de información en medio de la crisis post-electoral. Además, la plataforma de mensajería encriptada Signal también fue bloqueada, aunque permanece operativa con la configuración de «circunvención de censura» activada.
En respuesta a estas restricciones, VE sin Filtro recomendó a los usuarios en Venezuela utilizar redes privadas virtuales (VPN) para eludir el bloqueo y mantener el acceso a estas plataformas esenciales.
Las tensiones en Venezuela se dispararon tras las elecciones del 28 de julio, donde tanto Nicolás Maduro como su principal oponente, Edmundo González, se declararon ganadores. El Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el gobierno, anunció a Maduro como vencedor con poco más del 51% de los votos, sin publicar las actas de votación. Por su parte, González afirmó que, según los datos recogidos por su partido, él habría ganado con casi el 70% de los votos.
La controversia ha generado una ola de protestas en todo el país, mientras que varios actores internacionales, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina, se han negado a reconocer la victoria de Maduro y han exigido transparencia en el proceso electoral.