El Buró Federal de Investigaciones (FBI) ha publicado su informe sobre fraudes con criptomonedas correspondientes a 2023. Revelando una alarmante pérdida de más de USD 5,600 millones para los ciudadanos estadounidenses, lo que representa un aumento del 45% en comparación con 2022. Según el informe, los fraudes relacionados con criptomonedas conformaron el 10% de todas las quejas recibidas, pero representaron cerca del 50% del dinero perdido. Estas cifras subrayan el creciente desafío que enfrenta el sistema financiero digital en Estados Unidos.
El informe destaca que las personas mayores de 60 años fueron las más vulnerables a los fraudes con criptomonedas. De las 69,000 quejas relacionadas con cripto recibidas, las pérdidas en este grupo etario alcanzaron los USD 1,600 millones. Una gran parte de estas estafas se atribuyen a esquemas de inversión, los cuales representaron el 71% de los fraudes con criptomonedas. Además, aproximadamente el 10% de las estafas estaban relacionadas con centros de llamadas fraudulentos y suplantación de identidad gubernamental.
El FBI también señaló que muchas de las pérdidas estuvieron relacionadas con esquemas de confianza, donde las víctimas depositan fondos en plataformas cripto fraudulentas a través de recomendaciones falsas. En este sentido, el FBI hizo una advertencia crucial: los estafadores rara vez aceptan reunirse en persona, y recomiendan precaución ante ofertas de inversión provenientes de desconocidos.
Aunque las quejas llegaron de más de 200 países, la mayoría de los fraudes afectaron a residentes en Estados Unidos, con estafas recurrentes como las de «pig butchering» y ofertas laborales fraudulentas en el extranjero. Estos esquemas aprovechan la explotación de trabajadores extranjeros, quienes son obligados a realizar llamadas fraudulentas desde centros de atención en condiciones de abuso.
Las estafas relacionadas con juegos en línea, conocidas como «play-to-earn», también se mencionan en el informe. Estos fraudes requieren que los usuarios compren tokens para acceder a un juego, solo para luego bloquear sus fondos. Además, algunos negocios que ofrecen servicios para recuperar criptomonedas perdidas también han sido denunciados por aprovecharse de sus clientes, lo que agrava aún más la problemática de la seguridad en el ecosistema cripto.
El FBI también identificó que los kioscos o cajeros automáticos de criptomonedas han sido utilizados para diversas actividades ilícitas. En 2023, se registraron 5,500 casos de fraude relacionados con estos dispositivos, con pérdidas que superaron los USD 189 millones. Los estafadores prefieren los kioscos debido al anonimato que ofrecen en comparación con los bancos tradicionales. Estas transacciones han dado lugar a quejas por suplantación de identidad, estafas románticas y extorsión.
James Barnacle, director asistente adjunto de la división criminal del FBI, advirtió sobre las dificultades para recuperar los fondos robados a través de los cajeros automáticos de criptomonedas. Barnacle destacó que el 75% de las víctimas notificadas por el FBI no sabía que habían sido víctimas de fraude, lo que refleja la sofisticación de los estafadores y la falta de conciencia de los afectados.