Los NFT o ‘tokens’ no fungibles son activos digitales únicos que no se pueden cambiar entre sí, puesto que no hay dos iguales. Los NFT’s tienen la ventaja de no consumirse al usarlos, al igual de que es imposible dañarlos, puesto que son digitales. Todo contenido que pueda representarse digitalmente ya sea una imagen, un gif, una obra de arte, un meme o incluso un tweet puede convertirse sin problemas en un NFT. Además, gracias a la criptografía de los ‘tokens’ se nos permite acreditar que el propietario es el único poseedor de la pieza original.
Pero primero debemos conocer y entender qué significa el término no fungible. Que un activo sea no fungible quiere decir que es intercambiable entre los usuarios, es único y no divisible. Aunque se vendan 500 copias de un mismo objeto digital cada una de esas copias será única. Esto es así ya que tendrá un identificador único y cada una de las copias tendrá solo un propietario. Es un método ideal para dar entrada al nuevo coleccionismo.
Además, el funcionamiento de un NFT dentro de una Blockchain es bastante positivo y seguro. Ya que nos permite conocer quién es, y quienes han sido los propietarios del producto. Así tendremos la seguridad de saber a quién pertenece en caso de intento de estafa o de comercialización ilegítima.
Los NFT están experimentando en los últimos años un impresionante e inesperado ascenso. Ya hemos sido testigos de cientos de ventas millonarias, que muchos aún siguen sin comprender… En este artículo te explicaremos qué son los NFT y cómo funcionan.
Los NFT usan la misma tecnología que las criptomonedas. Lo que los diferencia es la información y las instrucciones que contienen los códigos de dichos contratos inteligentes. La principal diferencia es que las criptomonedas se pueden consumir y pueden ser sustituidas por otras unidades equivalentes, es decir, son fungibles, mientras que los NFT’s como ya hemos explicado anteriormente no son intercambiables, es decir son no fungibles.
Para demostrar el imparable avance de esta nueva forma de coleccionismo y exposición de arte os dejaremos por aquí las 3 obras NFT más caras jamás vendidas.
El récord para el NFT más caro jamás vendido (y una de las obras de arte más caras jamás vendidas) es para EVERYDAYS: THE FIRST 5000 DAYS. Una obra de arte, creada por Mike «Beeple» Winkelmann, que se vendió por $69,3 millones de dólares en Christie’s. La primera vez que la prestigiosa casa de subastas vende una obra de arte puramente digital.
El NFT representa un collage de 5,000 obras de arte anteriores de Beeple, reflejando su evolución como artista a lo largo de su carrera.
Los CryptoPunks forman parte de las ventas más costosas de NFT en el mundo.
Consiste en un conjunto generado aleatoriamente de 10,000 caracteres digitales únicos, fueron de los primeros ejemplares de tokens no fungibles lanzados en la blockchain de Ethereum.
Desarrollados por Matt Hall y John Watkinson del estudio de juegos Larva Labs, algunos de estos CryptoPunks tienen diversas características. La mascarilla médica le dota de una relevancia única debido a la influencia del COVID-19. Este concretamente fue vendido por nada menos que $11,8 millones de dólares.
El tercer NFT más caro de la historia se trata de otro CryptoPunk. Vendido por Dylan Field, CEO de la compañía de software de diseño Figma. Lo ‘especial’ de esta obra consiste en que posee tres accesorios especiales, una gorra y gafas y una pipa, haciéndolo único. El NFT se vendió por 4.200 ETH, en marzo del año pasado estaba valorado en $7,5 millones de dólares.
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