El Banco de España, como entidad reguladora monetaria del país, ha dado un paso adelante al reconocer la necesidad y el potencial de un euro digital en el contexto europeo. En un comunicado emitido el 19 de octubre, el banco central español destacó la relevancia de adaptarse a la creciente digitalización de la economía y la sociedad, señalando las limitaciones del formato de efectivo físico actual.
El Euro Digital: Más que una Simple Moneda Electrónica
El euro digital no es simplemente una versión electrónica de la moneda europea, sino una evolución que busca convertir los pagos electrónicos en un componente esencial del sistema financiero. Una de las características más destacadas es la capacidad de realizar pagos sin conexión, proporcionando un nivel de privacidad similar al del efectivo físico. Además, en su modalidad en línea, la privacidad del usuario se mantendría intacta, siendo visible únicamente para las entidades financieras y no para el Eurosystem, el organismo encargado de la infraestructura CBDC.
Cronograma y Fases del Proyecto
El proyecto del euro digital se encuentra actualmente en su «fase de preparación», que se inició el 18 de octubre y se espera que concluya en 2025. A pesar de los avances y la planificación, aún no se ha confirmado oficialmente la emisión de un CBDC a nivel paneuropeo.
El Banco de España no es el único que muestra un interés creciente en la moneda digital. Recientemente, el Banco de Finlandia también manifestó su apoyo a esta iniciativa, con Tuomas Välimäki, miembro del consejo, describiéndolo como el proyecto más relevante en el ámbito de pagos europeos.
El Banco Central Europeo (BCE) también ha estado activamente promoviendo el euro digital. El 25 de octubre, compartió información esencial sobre el proyecto, destacando sus beneficios potenciales, como simplificar la vida cotidiana y fortalecer la posición de Europa en el escenario financiero global.
Próximos Pasos en la Implementación del Euro Digital
El BCE ha anunciado el comienzo de la «fase de preparación» del euro digital, que tendrá una duración de dos años. Durante este período, se establecerán las normativas definitivas para la moneda digital y se seleccionarán los posibles emisores.
