Google ha realizado una actualización importante en su política de privacidad, permitiendo el uso de datos públicos para el entrenamiento de su inteligencia artificial (IA). Estos cambios han generado cierta controversia en el contexto de la reciente demanda colectiva contra OpenAI. Una demanda por el supuesto uso de información privada sin el consentimiento de los usuarios. Esta actualización de la política de Google resalta la importancia de la transparencia en el uso de datos públicos para el desarrollo y entrenamiento de sistemas de IA.
La actualización de la política de privacidad de Google entró en vigor el 1 de julio. Y permite a la compañía utilizar cualquier información disponible públicamente en línea o de otras fuentes públicas para el entrenamiento de sus modelos de IA. Incluyendo a Bard y las capacidades de IA en la nube. Esta actualización busca dejar claro a los usuarios que los datos que se comparten públicamente en Internet pueden ser utilizados en los procesos de formación de los sistemas de IA de Google.
La demanda colectiva presentada contra OpenAI por el presunto raspado de información privada para el entrenamiento de su chatbot de IA, ChatGPT, ha generado preocupación en la industria. Los demandantes alegaron que se utilizaron datos de comentarios en redes sociales, blogs y otras fuentes sin obtener el consentimiento de los usuarios. Lo que plantea cuestiones sobre los derechos de autor y la privacidad en el uso de datos para el entrenamiento de IA.
El cambio reciente en Twitter limitando el número de tuits que los usuarios pueden ver según su estado de verificación, ha generado especulaciones sobre las motivaciones detrás de esta decisión. Elon Musk, propietario y ex CEO de Twitter, mencionó en un tuit que la plataforma estaba experimentando un «saqueo de datos». Un saqueo que afectaba el servicio para los usuarios normales. Estos eventos resaltan la necesidad de encontrar un equilibrio entre el uso ético de los datos y la protección de la privacidad en el ámbito de las plataformas digitales.
La actualización de la política de privacidad de Google permite el uso de datos públicos para el entrenamiento de su IA. Y plantea importantes consideraciones en cuanto a la privacidad y la ética en el uso de información personal en la era de la inteligencia artificial. A medida que estas tecnologías continúan evolucionando, es fundamental garantizar la transparencia y el consentimiento en el manejo de datos. Además, es necesario la creación de un marco legal y ético sólido para proteger los derechos de los usuarios. Y conseguir fomentar la innovación responsable en el mundo cripto.