El reciente informe de Elliptic, encargado por Nikkei, ha revelado el impacto significativo de los hackers y usuarios de ransomware norcoreanos en el robo de criptomonedas en Asia. Japón, en particular, se ha convertido en el país más afectado por estos ataques, según el estudio. La laxitud en la seguridad ha desempeñado un papel clave en el éxito de los hackers norcoreanos. En este artículo, exploraremos en detalle los hallazgos del informe. Y analizaremos las implicaciones de estas pérdidas masivas de criptomonedas en Japón y otros países afectados.
Japón enfrenta las mayores pérdidas por los hackeos de Corea del Norte en el robo de criptomonedas según Elliptic
El estudio de Elliptic, realizado en colaboración con Nikkei, se centró en el período comprendido entre 2017 y 2022. Examinando tanto los ataques de hackeo como los de ransomware. Según los resultados, Japón ha sufrido pérdidas de USD 721 millones, lo que representa el 30% del total mundial de más de USD 2,300 millones. Estas cifras demuestran la magnitud del impacto de los hackers norcoreanos en el país. Además, Vietnam y Estados Unidos también se encuentran entre los países más afectados, con pérdidas de USD 540 millones y USD 497 millones, respectivamente.
La falta de seguridad en los mercados de criptomonedas en Japón y Vietnam ha sido señalada como uno de los principales factores que facilitaron los ataques de los hackers norcoreanos. Nikkei menciona casos específicos de exchanges japoneses que fueron asaltados entre 2018 y 2021. El grupo Lazarus, conocido por ser responsable de algunos de los mayores robos de criptomonedas, ha estado detrás de estos ataques en Japón y otras partes del mundo.
Además del robo de criptomonedas, se ha informado que Corea del Norte también se dedica al robo de tokens no fungibles (NFT) y al blanqueo de los fondos robados a través de servicios financieros descentralizados y mezcladores de criptomonedas. Estas acciones demuestran la sofisticación y adaptabilidad de los hackers norcoreanos en el ámbito de las criptomonedas.
