La Inteligencia Artificial (IA) ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, y su uso se ha extendido a numerosos sectores de la sociedad. Si bien ha generado muchos beneficios, también ha dado lugar a preocupaciones legales y éticas que han llevado a los reguladores a prestar más atención a su uso. Por ello, la Unión Europea ha impulsado un nuevo marco de regulación de la IA, que pretende controlar su uso, especialmente en lo que respecta a las herramientas de alto riesgo.
En este nuevo marco regulatorio, las herramientas de IA no se prohibirán por completo, pero se someterán a procedimientos de transparencia más estrictos. Es decir, las herramientas de IA generativa, como ChatGPT y Midjourney, estarán obligadas a revelar cualquier uso de materiales protegidos por derechos de autor en el entrenamiento de la IA. Esta medida busca garantizar que el uso de la IA se ajuste a las leyes de propiedad intelectual.
Los desarrolladores de IA han estado bajo la lupa de los reguladores europeos últimamente, después de que Italia se convirtiera en el primer país occidental en prohibir temporalmente el uso de ChatGPT. Los reguladores alemanes también han exigido respuestas a OpenAI sobre las intenciones de la empresa y su capacidad para cumplir las estrictas leyes de protección de datos consagradas en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE.
El organismo europeo de control de datos, Wojciech Wiewiórowski, ha predicho que las empresas de IA con sede en Estados Unidos que están siendo investigadas por presuntas infracciones del RGPD podrían encontrarse en una situación difícil. Por su parte, Mira Murati, directora de tecnología de OpenAI, ha destacado la importancia de que los reguladores gubernamentales se impliquen en el desarrollo de normas de seguridad para el despliegue de modelos avanzados de IA como ChatGPT. Sin embargo, no cree que una pausa de seis meses en el desarrollo sea la mejor opción.
La Unión Europea está dando un paso importante en la regulación de la IA con su nuevo marco regulatorio. Si bien las herramientas de IA no se prohibirán por completo, los desarrolladores tendrán que ser más transparentes en su uso. Este nuevo marco podría convertirse en un modelo para otros países que estén buscando regular el uso de la IA. La tecnología de IA tiene el potencial de mejorar la vida de las personas, pero su uso debe ser responsable y ético.