La Unión Europea ha acabado de forma tajante con el anonimato en el mundo de las criptomonedas. Y es que, los representantes del Parlamento Europeo y de los gobiernos de la Unión Europea acordaron la puesta en marcha de una nueva norma que regula las transacciones con criptoactivos. Ahora estas transacciones tendrán las mismas regulaciones que las convencionales. Por lo tanto, los proveedores de criptoactivos deberán ahora de identificar el autor y el beneficiario de la transacción, independientemente de la cantidad.
El acuerdo al que han llegado los representantes del Parlamento Europeo es incluso más duro de lo que se planteaba en un principio. Y es que, en un principio querían dejar fuera del control a las transacciones de menos de 1000 euros. No obstante, existía una posibilidad bastante grande de que se pudieran saltar la normativa realizando miles de pequeñas transacciones programadas inferiores a 1000 euros, conservando el anonimato. Finalmente, y en la lucha por acabar con el blanqueo de capitales en este mundo, decidieron la opción más dura y tajante. Además, también aprobaron la obligación para los gestores cripto de cumplir con las sanciones económicas que fije la Unión Europea.
«Esta normativa reforzará la lucha contra el blanqueo de capitales, reducirá el fraude y mejorará la seguridad en general de las criptotransacciones. Las nuevas normas facilitaran que se investiguen determinadas transferencias vinculadas a actividades delictivas e identificar a la persona real que está detrás de esas transacciones». Comentó Ernest Urtasun, eurodiputado de En Comú Podem.
La normativa también aclara que todas las entidades de estión de criptoactivos deven aplicar la mencionada normatica a riesgo de, si no lo hacen, entrar en una Lista Negra. Para las transacciones hechas a través de wallets autocustodiadas, s los proveedores de servicios deberán evaluar el riesgo de las billeteras para transaccionar con ellas.
Pero la cosa no quedó ahí, y es que, la UE también pretende regular el sector de las cripto de una manera más amplia. Concretamente con una regulación propia (MiCA). Uno de los principales problemas actuales es que no existen estándares reguladores comunes, por lo que desde la UE quieren poner unas normas uniformes al mercado cripto. Aunque todavía esta parte no está completamente cerrada, pero se espera que se llegue a un acuerdo próximo.
Una de las principales dudas es sobre quien llevará la supervisión del sector. Por ejemplo, el Parlamento Europeo quiere que sea la Autoridad Europea de Valores y Mercados, mientras que países como España pretenden que sea dirigido por las autoridades nacionales, como Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Otra de las normas básicas a cumplir es la preparación de un ‘whitepaper’ con un plan de negocio para toda aquella entidad o empresa que quiera tener una autorización para comenzar a comerciar con criptoactivos. Por último, también quieren reducir y controlar el impacto medioambiental que generan estos criptoactivos mediante un análisis de la actividad que quedaría sometido a normas.
Queda claro que Europa quiere controlar un mercado que todavía hoy no tiene ninguna regulación. Y parece que en el corto plazo seguirá así, ya que estas normas tardarán más de un año e entra en vigor.