El gobernador del Banco de Inglaterra (BOE), Andrew Bailey, ha expresado su escepticismo sobre Bitcoin y las criptomonedas durante una comparecencia ante el Comité del Tesoro del Parlamento del Reino Unido. Según Bailey, Bitcoin «no está despegando» y está perdiendo impulso como método de pago debido a su ineficiencia.
Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra califica a Bitcoin de ineficiente
Bailey reiteró su opinión de que las criptomonedas sin respaldo no tienen valor intrínseco y señaló que utilizar Bitcoin como método de pago es «bastante ineficiente». Estos comentarios reflejan la preocupación de algunas figuras financieras y reguladores sobre la velocidad y los costos de las transacciones de Bitcoin en comparación con sistemas de pago tradicionales.
El Rol de la Regulación
Sarah Breeden, subgobernadora del BOE, también estuvo presente en la comparecencia y destacó que la falta de un marco regulatorio adecuado ha obstaculizado el progreso de las criptomonedas en las finanzas tradicionales. Sin embargo, señaló que la situación está cambiando y que se están debatiendo cuestiones relacionadas con la regulación de criptomonedas.
Desafíos de las Stablecoins
Bailey también mencionó los desafíos que plantean las stablecoins para los reguladores, calificándolas de «opacas» y no lo suficientemente estables. Estas declaraciones resaltan la creciente atención de los reguladores hacia las stablecoins, que buscan abordar cuestiones como la privacidad y la estabilidad financiera.
En cuanto a las monedas digitales del banco central (CBDC), Bailey y Breeden discutieron brevemente la posibilidad de una CBDC británica, apodada «Britcoin». Señalaron que el debate sobre cuestiones de privacidad y programabilidad sigue en curso en relación con las CBDC.
Regulación en el Horizonte
A pesar de la moderada atención en el último Informe de Estabilidad Financiera del BOE hacia las criptomonedas, las autoridades británicas están trabajando en regulaciones para las stablecoins, con planes para que estas entren en vigor en 2025. Estas regulaciones buscan abordar cuestiones de estabilidad financiera y mitigar riesgos relacionados con la retirada de depósitos en situaciones de estrés en el sistema bancario.
